lunes, 10 de junio de 2013

Mi testimonio

A todos mis amigos el pasado 26 de abril caminaba por la carrera 53 entre las calles 72 y 70 cuando pisé un área de andén pintada de azul me resbalé pero contrario a lo lógico no caí de espalda sino boca abajo y me fracturé el antebrazo ya que mi mano derecha fue lo primero que hizo contacto con el piso. Después de preguntarme como pasó? y que el muy amable médico de urgencias que me atendió me explicó que el tratamiento era quirúrgico hizo una reducción de la fractura citándome para el día siguiente para programación. Oídos mis ruegos al Señor la fractura consolidó sin cirugía solo con inmovilización y ya estoy recuperándome. Ahora porque al resbalarse una persona no se golpea la espalda baja y la cabeza?, porque al resbalarse en un anden inclinado no se va para la carrera donde lo espera un trafico copioso y permanente como el de la carrera 53?. Hay un espacio de tiempo del cual no tengo conciencia no porque la haya perdido es que no se que pasó entre mi resbalón y la caída. A mis amigos incrédulos, a los que han abandonado hace poco sus creencias les muestro este testimonio. A los creyentes les muestro un milagro uno de tantos que recibimos cada día pero que la mayoría callamos y no compartimos. Los milagros son milagros porque carecen de explicación lógica ó científica. Gracias a Dios hoy puedo escribirlo y compartirlo.